...

Para Q Quiero la suerte? Si me abandona cuando Quiere? Si cuando la llamo nunca viene y cuando la necesito, desaparece?

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Acepta que todo ha terminado.

No rebusques. No busques entre los casos perdidos. No rebusques retazos de vida. No busques alegría. No busques corazones. No los hay. No existen. Se fueron con el verano. Igual que se fue el mío con ellos. No volverá. Ninguno de los que se fueron lo hará. La cuestión no es si los echaremos de menos. La cuestión es si hicieron algo por lo que merezca la pena recordarlos. Lo cierto es que no, que no hicieron nada y que si el tiempo se lleva gente inútil de tu vida, por algo será.
Una pareja de enamorados que se separa es triste. Es triste verla sufrir a ella. Porque ella quizá puso la parte más sentimental de la relación. Quizá ella puso más alma y él más fuerza. Pero no funcionó. Ya está. Déjalo pasar, alma desvalida. El tiempo se llevó tu amor, déjalo ir. No lo busques, si quiere, él te encontrará.
Sé que ahora dudas y que ahora quizá tu cuerpo se sienta enfermo. Sé que quizá ahora te cueste respirar y que tengas el pecho encogido, pero eso no es motivo de llanto. Sé que todo ahora, corazón, no tiene un significado para ti. Que crees que todo lo que tocas se convierte en ceniza. Que crees que Dios te tiene manía. Que crees que no mereces ser feliz. Pues bien, corazón malherido, te diré una cosa.
Cada uno de los pensamientos que viertes en recordar dolor, lágrimas y pena es un segundo que pierdes de sonreír. El tiempo, amiga mía, apremia. Él no espera paciente hasta que termines de sentirte mal y angustiada por la pérdida del querer de tu amado. Está detrás de todo eso, animándote a que sigas perdiendo segundos de vida en cosas inútiles para así poder matarte más rápido.
Sé que esto no te consuela. Que quieres desaparecer hasta que el dolor afloje. Quieres arrancarte la piel a tiras a ver si duele más que el propio dolor que llevas dentro. Pero no, sabes que nada puede calmar tu agonía. Eres tú la única que puedes hacerlo y lo sabes. La respuesta a tus preguntas es no pensar.
No pensar.
No pensar.
Y olvidarse de todo a tu alrededor, matar el tiempo con lo que sea.
Lo sabes y no lo haces. Lo haces pero no lo piensas. No piensas… Pero piensas demasiado en todo. Relájate, tómate tu tiempo. Estas cosas tardan en curarse, piensa que no siempre va a ser así. Que ya sabes otra cosa más de las relaciones humanas y que ahora sabes más o menos cómo actuar. Esa es la esencia de la vida. La capacidad para recuperarse del daño sufrido. La capacidad para poner un grano de arena a tu felicidad aunque todo a tu alrededor grite: “Basta”. Relájate, tómate tu tiempo. Duele, lo sé. Pero tienes que poner remedio a ello. Arráncate esa espina del corazón como hiciste con todas las demás. Haz de tripas corazón y sigue tu vida, que hay muchas más personas en el mundo.
Sé que quizá pensaste que era perfecto, mas ahora ves, con tristeza, que no lo es. Otra cosa que poner a tu lista de cosas aprendidas: nadie es perfecto. Ni si quiera él. Todos tenemos fallos. Asegúrate de no cometerlos más. Mi consejo es no pensar…
Tu decisión será pensar. Lo sé. Todo el mundo tiene problemas, tú no eres la única que ha tenido problemas amorosos. El amor duele, es breve, pero todo pasa. Y llega un nuevo amor. Yo todavía sigo esperándolo, ¿y tú?
Mientras tanto sigo mi vida. El amor no va a llenar mi barriga cuando esté hambrienta. Va a ser el dinero que gane en el trabajo del que si dios quiere pienso vivir. Y ni nada ni nadie me va a quitar el sueño de mi vida. Ni si quiera el amor. Pienso hacer del trabajo mi pasión, si no hay alguien que quiera adaptarse a mí… Si no encuentro nadie que se atreva a quererme un poco.
Sigo esperando el amor, pero mientras tanto, tengo que llenar mi hueco libre con cosas que hacer para no deprimirme porque no llega. El camino es largo, yo sé que llegaré a la meta con las personas que me quieren alrededor. 
No pienses, amiga. Te conozco. No pienses. Piensa en tu futuro. Es menos doloroso. Más productivo y sobre todo mejor para tu corazón. Así se recupera una de los fallos y errores cometidos en el amor. Así una recupera sus ilusiones y sueños rotos, reemplazándolos por otros. Aprender de los trastos rotos y hacer nuevos trastos que romper… No pienses. Sé feliz. Be Happy! 
Acepta que todo ha terminado.

martes, 14 de septiembre de 2010

El sentimiento negativo - Risto Mejide

Texto sacado de "El sentimiento negativo" escrito por Risto Mejide.

Yo pensaba que este hombre tenía que haber sufrido mucho en la vida para ser tan borde y tan repelente, y a pesar de que a mí me encanta su bordería y su mala uva (porque no va dirigida a mí), he de decir que hay cosas que podrían decirse de otra manera. Claro que, qué voy a decir yo... que soy la primera que no tiene las palabras adecuadas a cada momento.
Lo que quiero decir es que él también tiene sentimientos de amor y de esperanza en ser feliz. Y lo demuestra este texto que a mí me encantó en cuanto lo leí por primera vez... El texto dice que la quiere y que le hace un hueco en su vida. Eso es lo más difícil de todo, dejar que alguien entre en tu vida y dejarla que te quiera...
Creo que los hijos que ven que la relación entre sus padres fracasa, no pueden llevar sus propias relaciones porque aunque ellos no lo sepan, están asustados y no dejan que nadie se les acerque... Y tampoco dejan que nadie les quiera.
Pediría paciencia a las parejas de los que lo sufren, pero es imposible pedir tiempo para el que no lo posee... En fin, dejaré de desvariar. Risto dice así:

"Antes que nada, perdona si huele un poco a cerrado, hacía mucho tiempo que nadie se alojaba aquí, y menos aún con la intención de quedarse. Ábreme bien de puertas y ventanas. Que corra el aire, que entre tu luz, que pinten algo los colores, que a este azul se le suba el rojo que hoy nos vamos a poner moraos. Y hablando de ponerse, vete poniendo cómoda, que estás en tu casa. Yo, por mi parte, lo he dejado todo dispuesto para no quieras mudarte ya más. Puedes dejar tus cosas aquí, entre los años que te busqué y los que te pienso seguir encontrando. Los primeros están llenos de errores, los segundos, teñidos de ganas de no equivocarme otra vez. El espacio es tan acojedor como me permite mi honestidad. Ni muy pequeño como para sentirse cómodo, ni demasiado grande como para meter mentiras. Mis recuerdos, los dejé todos esparcidos por ahí, en cajas de zapatos gastados y cansados de merodear por vidas ajenas. No pises aún, que está fregado con lágrimas recientes, y podrías resbalar. Yo te aviso.
El interruptor general de corriente está conectado a cada una de tus sonrisas. Intenta administrarlas bien y no reírte demasiado a carcajadas, no vayas a fundirlo de sopetón. No sé si te lo había comentado antes, pero la estufa la pones tú. Y hablando del tema, he intentado que la temperatura del agua siempre estuviera a tu gusto, pero si de vez en cuando notas un jarro de agua fría, eso es que se me ha ido la mano con el calentador. Sal y vuelve pasados unos minutos. Discúlpame si es la única solución, es lo que tenemos los de la vieja escuela, que a estas alturas ya no nos fabrican los recambios.
Tampoco acaba de funcionarme bien la lavadora. Hay cosas del pasado que necesitan más de un lavado, es inevitable. Y hay cosas del futuro que, como es normal, se acabarán gastando de tanto lavarlas. La recomendación, ensuciarse a su ritmo y en su grado justo. Eso sí, no te preocupes por lo que pase con las sábanas, que las mias lo aguantan todo. Para acabar, te he dejado un baño de princesa, una cama de bella durmiente, un sofá de puta de lujo y algo de pollo hecho en la nevera. Para que lo disfrutes a tu gusto, eso sí, siempre que sigas reservando el derecho de admisión. Aquí no vienes a rendir cuentas, sino a rendirte tú. Aquí no vienes a competir con nadie, sino a compartirme a mí. Y lo de dar explicaciones, déjalo para el señor Stevenson. El resto, no sé, supongo que está todo por hacer. Encontrarás que sobra algún tabique emocional, que falta alguna neurona por amueblar y que echas de menos, sobre todo al principio, alguna reforma en fachada y estructura. Dime que tienes toda la vida, y yo voy pidiendo presupuestos. Dime que intentaremos toda una vida e iré encontrando mis nunca más."

domingo, 12 de septiembre de 2010

Donde voy...??

Estoy confundida, no sé qué hacer con mi vida... ¿A dónde voy? ¿De dónde vengo? Me siento perdida y desorientada. Ni las estrellas pueden indicarme ahora el camino de vuelta hacia el río, porque no hay río, porque lo perdí de vista en un pequeño despiste...
Me caí en un precipicio donde todo estaba oscuro y todavía sigo cayendo hacia la oscuridad. Tengo miedo de seguir cayendo, tengo miedo de no encontrar el final y de no poder salir del agujero... Tengo miedo de tantas cosas, tengo miedo de no volver a ver a mi familia. Tengo miedo de no tener un hogar al que volver nunca... Tengo miedo de no encontrar a mis amigos cuando los necesite, o de no encontrar un abrazo cuando lo pida. O de no encontrar un beso de ánimo cuando esté decaída... Tengo mucho miedo de todo...
¿A dónde voy? ¿A dónde debo ir?
No lo sé, sorella...

Contacto Borrado.

Una chica se encuentra de pie mirando al mar, parece que espera a alguien. Se la ve tranquila y segura de sí misma aunque tiene un aire de preocupación. Como si fuera a pasar algo que no espera.
Pasaron los minutos y el sol que estaba alto a su llegada, se escondió, asustado, en el horizonte.
Quedaron allí al atardecer pero él no apareció.
La chica se fue a dar una vuelta por la playa. Sola. Triste y sola. Para ella hoy era un día importante, tenía que hablar con él. Y horas antes de salir de casa, un pensamiento le atravesó la mente: ¿y si no iba? En ese momento se prometió a sí misma que si no aparecía en la playa antes de que se escondiera el sol, se olvidaría de él para siempre. Claro que una cosa era decirlo y otra cumplirlo… Pero tenía que ser fiel a sí misma. Si no lo era hacia ella misma, ¿hacia quién podría serlo? Le dijo que era importante, lo sabía. Aun así, nadie se acercó a la playa. Ni si quiera alguien que no quisiera ver.
Se sacó el móvil del bolsillo y empezó a borrar todas las pruebas que poseía de que algún día ese chico existió en su vida.  Borró mensajes, llamadas y fotos. Sólo quedaba su número de móvil. Tragó saliva y siendo consciente de lo que eso conllevaba, le dio al botón “C” con cierta duda y una ventanita dijo: “¿Estás seguro de que quieres borrar este contacto?”. La verdad, pensó, era que no estaba segura de nada en ese momento, sabía que no quería borrarlo de su móvil porque significaba que lo haría también de su vida, pero tenía que hacerlo. No era ningún juguete al que manejar y con el que poder divertirse cuando quisiera. No quería ser utilizada nunca más…
Finalmente pulsó: “Sí” con duda y pasado un segundo en la pantalla apareció un mensaje que decía: “Contacto borrado”.  Lo había hecho. Un escalofrío recorrió su cuerpo y entonces entendió el mensaje que el destino le había mandado. Una sonrisa irónica se dibujó en sus labios y su cabeza bajó lentamente hasta tocar su pecho. Decía que ellos no estaban hechos el uno para el otro. Nunca lo estuvieron y nunca lo estarían. Todas esas señales… “Me decían que no podría ser aunque quisiera”, se dijo a sí misma.
De los ojos de la chica empezaron a salir grandes lágrimas que empañaron su vista un instante para después caer en caída libre a la arena… Le había dolido darse cuenta de esa gran verdad, y sobre todo justo ahora que se había enamorado de él. Ahora el mundo que veía era menos bello que antes. Ahora quería arrancarse el corazón y la piel a tiras para ver si el dolor físico acallaba el que llevaba dentro. Pero sabía que no iba a servir de nada.
En ese momento sintió una mano que le tocaba el hombro. Se limpió las lágrimas y se volvió para ver quién era, pero entonces, el sueño terminó.

martes, 7 de septiembre de 2010

ME ODIO


No sabes lo difícil que se me hace el no hablarte cuando te veo. El no mirar tu foto embobada cuando la encuentro. No sabes lo difícil que se me hacen tantas cosas... En especial quererte.
¿Me dejas hacerlo? Porque lo único que consigues con tu actitud es que te odie más.
Te quiero y lo sabes. Pero no estoy dispuesta a esto.
Dios, no sabes cuánto te quiero... ¡¡¡¡¡¡¡Y no sabes lo mucho que me jode que juegues conmigo!!!!!!! Joder, estoy llorando. No sé si me equivoco. Quizá exagero. Quizá no.
Sólo sé que mi corazón está lleno de sentimientos contradictorios... Sólo sé que quiero quererte pero a veces no quiero... Porque no quiero acabar con el corazón roto. Porque me da miedo sufrir, aunque ya lo estoy haciendo...
Porque siento tantas cosas... Siento haber hecho daño a esa persona. LO SIENTO TANTO...
He hecho tanto mal a las personas que es normal que no me merezca amor... SOY UNA MALA PERSONA. AHORA ENTIENDO MUCHAS COSAS... Ahora entiendo la necesidad de gritarle al mundo mi desdicha. Ahora entiendo que él no se interese por mí. Entiendo que me odie... Porque cometí un grave error que no voy a poder solucionar nunca.
Lo peor de todo es que me he perdido a mí misma. No me reconozco ni me encuentro en ninguna parte. ¿A dónde me fui? ¿Dónde está mi escondite?
Estoy desesperada... Asustada... Confusa... Enamorada... Decepcionada... ARREPENTIDA...
Dios, ahora si pudiera explotaría. Ahora desaparecería de este mundo. PARA SIEMPRE. Y no volvería a él... Me he equivocado tanto... Lo siento. No merezco nada de lo que tengo.
La culpa me devora a pequeños trozos y me hace sufrir más ... Esto duele tanto como tu indiferencia, amor...
¿Preguntas si me pasa algo? Já... Me río porque desgraciadamente no tienes ni idea de lo que me pasa por la mente ahora mismo. No sabes la confusión que reina en mi mente. No sabes nada ni quieres saberlo. Y eso es lo peor de todo.
ME ODIO A MÍ MISMA.

lunes, 6 de septiembre de 2010

La del espejo...

Y busco ahora algo con lo que matar el tiempo, para no pensar en nada y desconectar. Eso funciona, ahora por todos los medios estoy desesperada por no oir mi voz interior que me grita una y otra vez: "Basta". Antes el tiempo era quien me mataba a mí. Era él quien llevaba la batuta que dirigía mi vida y mis actos. Ahora soy yo la que busco algo para matar el tiempo, sin saber que detrás de todo mi plan, el tiempo siempre acecha, siempre busca una oportunidad para lanzarse sobre mí y comerme como un bocado sabroso pero insuficiente. Siento ser una más en la larga cola del tiempo. Siento ser una pieza más de su juego. Por eso hoy quiero ser yo la que mate al tiempo y mate todo lo malo que conozco, para que así pueda descansar mi cabeza al menos hoy.Hace días que mi cabeza es un hervidero de pensamientos, hace días que allí se mezclan dos opiniones distintas. Hace días que esas voces se pelean y lo hacen tan fieramente que acabo agotada, sin ni si quiera poder concentrarme en otra cosa que no sea su discusión. Sé que esto me traerá consecuencias, lo sé. Pero también sé, que esto puede ser un reto para mí. Sí, por fin veo el lado positivo de algo. Yo, que soy una persona que en vez de ver el vaso medio lleno, lo veo medio vacío. Sí, yo. La misma que se mira al espejo todos los días y cuando ayer se miró, no se reconoció a si misma. Tenía una mirada triste. En las pupilas de esos ojos marrones se reflejaba la duda y la confusión. Vi que tenía una lucha interior, pero no pude ayudarla.
¡Y qué decir de su sonrisa! Si creo que ni si quiera sabía cómo sonreír... Estaba triste, abatida y agonizaba su felicidad. Sus labios formaban una línea recta y dura. Sus mejillas ahora estaban caídas y los hoyuelos que se formaban en ellas desaparecieron hace tiempo... Su mandíbula estaba dura y tensa. A veces creía que temblaban ligeramente sus dientes, como si estuviera a punto de llorar pero no pudiera, o no quisiera.Hay algo que conozco de la del espejo: su orgullo. Sé que no lloraría por nada del mundo y menos delante de alguien, aunque sólo sea ella misma. Conozco su fortaleza exterior, aunque por dentro la asalten las dudas y el malestar.Pero todo eso desaparecerá con el tiempo. Desaparecerá cuando éste cure las heridas abiertas hace poco y cierre el corazón de una maldita vez y esta vez para siempre. Todo acabará cuando la hemorragia interior sane y la discusión entre pensamientos acabe. Por ese entonces la del espejo podrá sonreír abiertamente y sin miedo a que sus ojos se empañen de lágrimas o lo que es peor: de recuerdos.Sólo necesito un poco de tiempo para aclararme. Y también necesito algo en lo que concentrarme, algo en lo que distraer mi atención para que no vaya a sajar más el corazón... Necesito un descanso... Y la del espejo también lo necesita...

6-Septiembre-2010

viernes, 3 de septiembre de 2010

Time...

Tiempo...

Esa palabra produce escalofríos en mi cuerpo. Tiempo. Tiempo. Tiempo. Tiempo es lo que estoy gastando ahora mismo en escribir estos pensamientos. Tiempo es lo que está pasando mientras pienso en las musarañas o mientras lloro frente a un obstáculo sin saber cómo saltarlo. Un tiempo que corre en mi contra. Un tiempo que me acerca más a la muerte...

No creas, querido lector, que me he vuelto loca, no. Simplemente he recordado que en Octubre cumplo mis 17 años. Es ahora cuando tengo que hacer balance de mi vida, es ahora cuando todo lo que haga se quedará en mi memoria y no podrá borrarse. El momento en el que tengo que disfrutar de todo lo que pueda, porque no voy a volver a tener diecisiete años jamás. No voy a volver a ser una adolescente rebelde, acondicionada por su entorno y acomodada en una casa donde no tiene que preocuparse de nada.

Por una parte quisiera irme de mi ciudad, respirar aire fresco, dejar de ver a la misma gente todos los días... Quisiera irme ya a la universidad y vivir otras cosas... Pero eso significaría que me hago mayor... Que soy independiente... Aunque ni si quiera conozca el significado de esa palabra.
Por otro lado quiero hacer un "Break" (descanso) en el camino y pararme a mirar el paisaje que se abre ante mis ojos, es decir, la vida. Hacer algo así como tomarme vacaciones, aunque el calendario marque el mes de septiembre. Irme y no volver hasta que mis sentimientos se hayan calmado del todo. Hasta que mi corazón haya dejado de sangrar. Hasta que no importe el tiempo que gasto en las cosas. Hasta que no me quede un aliento de vida en mi cuerpo...

Tiempo, tiempo. ¿Por qué a veces no pasa tan rápido como quisiéramos? ¿Por qué a veces no puede ir más despacio, o directamente congelarse? Tiemblo solamente al pensar estas palabras. Porque el tiempo va contra nosotros. Cuando queremos que vaya lento va demasiado rápido y cuando queremos que vaya rápido va más rápido de lo que nos gustaría...
¿Sabes, querido lector, lo peor de todo? Que cuando haya pasado el tiempo no podremos volver a él. Que nos daremos cuenta que hemos estado haciendo el gilipollas por ahí gastando unos minutos que podríamos haber empleado en otra cosa. Que podríamos haber sido otras personas si ciertas cosas no hubieran pasado.
Nach dice en "Nada ni nadie" una frase que me impactó: "Y si la vida es un instante hoy quiero olvidar que existo". Es verdad. Hoy, querido lector. QUIERO MORIRME...