...

Para Q Quiero la suerte? Si me abandona cuando Quiere? Si cuando la llamo nunca viene y cuando la necesito, desaparece?

martes, 25 de agosto de 2009

Te encontré. Te reconocí. Te sufrí. Me enfadé contigo y volví a ser normal.

Un torrente de emociones que afloró en mi corazón, quemándolo de la fuerza destructiva que tenía. Quería llevarse todas las personas que tenía dentro y dejarlo tan vacío como cuando te eché de mi vida...

Volví a verte, y esta vez no ibas solo, ni con ningún amigo... Si no con la persona que ahora te besa, te coge de la mano y te dice lo mucho que te quiere, la que te robó el corazón... Un corazón que dudo, me perteneciera alguna vez.
Has conseguido abrasar de una sola pasada el órgano que me hace vivir, y por poco no haces que deje de funcionar. Me hubieras hecho un favor, a mí y a muchos, la verdad. ¡Cuánta fuerza tuviste! Y menos mal que no estaba muy enamorada de tí... Menos mal. Y aunque te vi con otra persona de la que ahora estás enamorado, y me dolió tanto verte de la mano con ella... Aunque luego la soltaras. Nunca me cogías de la mano... Y menos por la calle. Alguien nos podia ver. Y a pesar de todo eso, de la oleada de emociones que me sobrevino de golpe, y a pesar también de agachar la cabeza al no poder soportar esa imagen, NO PUDE SOLTAR UNA SOLA LÁGRIMA. Supongo, me hiciste más fuerte. Y de algún modo siempre supe que te irías con otra, pero nunca tan rápido. Quince días después... ¿Signifiqué algo para tí? ¿Querías darme una lección y demostrarme que ahora tienes la felicidad que nunca conseguiste conmigo?

Me quedé echa polvo. Ver que has hecho todo lo que no hiciste comigo... Saber sin que me lo hubieras dicho tú a la cara, que te avergonzabas de mí... Saberlo viéndote cogido de otra. Cuando tú a mí... Pasó solo un segundo, el que tardamos en cruzarnos sin mirarnos si quiera. Estaba destrozada... Pero me alegro de no haber llorado. No te lo mereces. Y aunque te agradezco tantas cosas como te las reprocho, creo que las palabras se van a quedar en mi garganta, nunca las sabrás. Es mejor para los dos no saber nada el uno del otro. Pude flaquear mi promesa de no volver a interferir en tu vida ayer, pero sólo una imagen me vale para reafirmarla. No serviría de nada vomitar todo lo que siento y pienso. Tú estás con otra persona. Yo creo que sigo esperándote de algún modo. Y es estúpido, pero no volví a enamorarme de nadie después de tí. Se me quitaron las ganas de vivir pasiones amorosas. Prefiero verlas, leerlas, disfrutarlas en la distancia. No quiero ser la protagonista. Sólo una mera espectadora es mejor... Puedes soñar despierta. El chico no te hace daño a tí directamente.

Nadie me ha enamorado todavía, ni si quiera tú. Sólo me gustabas mucho, no estaba enamorada. Mi orgullo era más grande que el sentimiento que tenía por tí. No pienso reprocharte nada. No tengo derecho. No fui lo suficientemente valiente como para hablar contigo, escalar el gran muro que se creó entre nosotros. Tenía miedo de caerme. Y me caí de boca sin ni si quiera haber subido un ladrillo.

Después de recordarlo todo... Y de decepcionarme, sufrir, enfadarme, cuestionarme y demás cosas... Vuelvo a ser yo misma. Empiezo a pensar con la cabeza, a ser racional como no lo he sido con todo este asunto, y a considerarte como parte de mi pasado. Seguirá doliéndome verte con otra cuando nos volvamos a cruzar, pero quizá para ese tiempo, ya haya alguien que me coja de la mano, por la calle, me bese delante de todo el mundo, no se avergüence de mí y me diga <>. O quizá no.

No hay comentarios: