Eternamente infeliz… Parece no acabar nunca este sentimiento de sentir que falta algo… ¿Estoy perdiendo mi juventud preocupándome por tonterías? Mil días de oscuridad, con pocas estrellas Venus a mí alrededor… Hace largo tiempo, el mismo astro siempre sale a la misma hora, en el mismo sitio, y no siempre significa lo mismo. A veces, pocas en realidad, siento que represente a la esperanza, en estos meses a decir verdad, no me he sentido a menudo desesperanzada, ni descorazonada, ni dolida por nada. Han sido días tranquilos, mi memoria no ha sido perturbada por recuerdos que hieren, ni tampoco ninguna persona ha entrado en ese pequeño corazón que tiene mi nombre, a robar esa tranquilidad que por orden de lista de espera me tocaba tener. Tenía derecho a quedármela unos días más... No sabía cuánto iba a durar, y no quería pensar demasiado en el tema para que no se acortara el tiempo de posesión que me correspondía. Y antes de devolverlo entero, quisiera tenerlo un rato más… Pero no me doy cuenta que ya no hace falta devolverlo. Ha vuelto por sí mismo, cansado de su dueña. O quizá se fue cansado del uso tan grande que hice de él. El caso es que se fue por sí solo. Siempre es más fácil que se vayan los demás, a que tengas que decidir tú misma echarles… Es siempre triste tener que decir adiós… Y con todo esto que no tiene mayor trascendencia, voy diciéndole adiós a mi bonita adolescencia, si pude considerarla así… La pierdo entre amargura y susurros. Debo madurar, cuanto antes, mejor. Debo despertar y espabilarme. Dejar de mirar tanto en mi interior y vivir la vida que tengo.
Mi contador va yendo hacia atrás sin ningún miramiento ni piedad. Me gusta ese cronómetro. No tiene que pensar en nada, sólo en hacer su única función, que es para lo que sirve. Para lo que lo fabricaron. Después de usarlo puedes tirarlo. Igual que a mí. Puedes hacer lo que quieras conmigo… Yo hace tiempo, dejé de ser persona… ¿No lo sabías? Pero por favor, deja de contar los minutos que me quedan, los segundos que tengo todavía por delante para sacar la cara y andar un poco más del camino que tengo delante. Ese camino es tan lúgubre… Me da miedo y voy sola. (Siempre voy sola a todos lados, ¿quién querría acompañar a una chica como yo? Se avergonzarían de mí con sólo llevarme a cien metros de distancia…) Me da miedo y no veo nada que me guste al principio…
“Si te da tanta pena, no lo hagas…” Dicen cuando tienes el valor suficiente para decidir algo por ti misma, pero te das cuenta que la decisión todavía no está del todo clara. Ni si quiera te hace feliz. Estás llorando y no te hace feliz… ¿Es la decisión correcta?
Estás triste y no puedes evitarlo. No puedes elegir como sentirte… Pobre… Y dicen que podemos tener control sobre nuestras vidas… Sobre nuestras vidas tal vez. Pero sobre nosotros no… Y eso no es justo… Podría patalear años incluso, sin parar, pero de nada serviría, sólo para molestar.
¿Qué tal algo de Beethoven para mis sollozos? ¿Y Debussy para mi angustia? ¿Y Schubert para mi tristeza? ¿Qué pasaría si mi vida fuera una música continua, pesada, agotadora e insoportable que ni la que la vive pudiera aguantar? ¿Y si fuera la banda sonora de una película malísima cuyo final, estaba predicho desde la primera escena? Nadie querría escuchar nada de esta pequeña chica… Ni siquiera las grandes obras las escucharían porque están recomendadas por mí… Supongo que nadie me tiene tanta confianza ni cariño para quedarse conmigo y escucharnos el uno al otro… Esa persona ideal, no existe. Debo poner pies en tierra… Los grandes artistas no me harán soñar con sus hermosas melodías llenas de sentimiento y algo de nerviosismo… Ellos no podrán devolverme a la época que pertenezco. O al agujero del que nunca debí salir…
Amiga, quiero vivir… Enamorarme. Sufrir. Aprender. Pelearme. Ser feliz. Llorar. Caminar. Saltar. Hacer música… Sé que soy inútil para lo último. Y ni mucho menos me quieren como aprendiz de nada… Allí ya hay demasiada gente trabajando. En la nada. Todos están ocupados trabajando en ningún sitio para enseñarme cómo hacer las cosas…
Creo que sobro. Me iré…
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