El 13 de Marzo amanece nublado. El sol se escondió detrás de las nubes y no quiere salir. Le entiendo. Yo tampoco quiero salir de aquí. Se está cómoda, escondida aquí entre estas cuatro paredes... Al menos aquí dentro no tengo miedo de romperme en pedacitos pequeños. Y tengo la estúpida sensación de que si eso ocurre, nada podrá pegarme de nuevo. Intento no romper mi autocontrol emocional, aunque a veces casi sea imposible... He decidido contenerme durante tanto tiempo que es posible que nadie se de cuenta de las emociones que, locas, corren desvocadas por mi pequeño corazón.

Me creo una chica fría y sin sentimientos. No preguntéis por qué. Simplemente no puedo sentir nada ahora mismo... Ni si quiera compasión de mí misma. Estoy vacía. Nada puede llenarme. Quizá porque no he encontrado todavía esa persona que me haga especial... Esa persona que solamente con que me sonríe me alegre el día.

No me engaño. No vivo esperándolo. Sé que tardará lo suficiente en llegar. Mientras tanto, no le espero, puedo cansarme.

Es triste no poder enamorarte. O al menos no tener nada por qué enamorarte. O quizá puedas enamorarte pero no sabes por qué razón no puedes corresponderle. Sabes que no estás enamorada de nadie pero aun así, sientes que no puedes. Es algo extraño. Porque él es todo lo que tú habías deseado. Y sientes algo por él. Cuando te mira con esa sonrisa torcida te sientes desfallecer... Y no puedes evitar abrazarle... Ni puedes evitar que te encante que te mire, ni puedes evitar desear estar con él a pesar de que sepas que no le quieres.