Hace unos instantes, le eché un vistazo al pasado, los momentos felices al parecer ya fueron olvidados. Sentí melancolía al volverlos a vivir, dentro de mí.
Miré al presente minutos después, observé que la realidad no tenía nada que ver con el pasado. Que el mundo puede cambiar de rumbo, tan rápidamente.
Ahora me doy cuenta de la gente que no tengo que tener al lado, la que siempre están ahí, los que me fallaron, los que me odiaron, los que me odian, los que me quisieron, los que me quieren. Haciendo balance, la verdad es que si todas esas personas no siguen conmigo, no merecían mi amistad y mi cariño.
Que si los que me traicionaron no siguen a mi lado, no se merecen ser escuchados.
Este quizá no es mi lugar. Tampoco mi tiempo. Pero sí soy yo, ahora y aquí. Y si no te gusta, te ahogas en tu propia mentira.
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