Me quedo donde estoy y no me quiero ir. Aquí no me siento tan observada. No me siento ESTÚPIDA NI COBARDE.
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No seas mentirosa, sabes que no te arrepientes. Me dices que lo sientes para limpiar un poco la imagen que tenía de tí. No porque lo sientas en serio. No seas "CÍNICA", ya sé que ésta es la palabra que menos te gusta oír, la última que te dije, ¿recuerdas?. Y ahora que tengo más o menos claro la situación de cada uno y su lugar, puedo dar brincos y decir, que me has hecho daño con tus actos, que me odias aunque dijeras que querías volver a ser mi amiga. Te conozco, y en su momento quisiste arrepentirte, pero no puedes... Porque tu corazón está tan vacío como tu habitación... Me arrancaste el trocito de corazón que me diste, de una forma algo salvaje. Me devolviste una piedra grande, la de "sustitución"
Yo sí me arrepentí. Pero ahora que ves que yo no te necesito... Vuelves otra vez a la carga y... Contra mí. Aunque hubiera sido tu amiga otra vez, me hubieras hecho lo mismo. Me alegro de haber negado tu amistad. Porque con amigas como tú, no me hace falta enemigos. Porque tus "cariños" como les dices, no me hacen falta, guárdalos para los que me vendiste... Yo no los quiero.
Te recuerdo "amiga", que yo no fui quien os separó. No sé por qué emprendes represalias contra mí. Yo no fui... Pero claro, es más fácil echarle la culpa a la nueva, a la chica con la que no te criaste. A la que estuvo contigo noche y día apoyándote en tus malos ratos. Y mira lo que recibo... Reconozco que me lo merezco porque no debí hacer nada por tí. Ni debí romper las reglas, e implicarme demasiado en tus temas. Pero tranquila, aprendí la lección...
Y me parece increíble que digas ahora "muérete". Pues es lo que deseé desde el principio de todo. Y creo que deberías habértelo callado. No sabes el daño que haces hasta que lo haces y se molestan. Yo no dejé ver que me molestó lo que dijiste, pero sí me revolví. Aun así... Tú dices que lo dijiste con cariño... ¿Con cariño? Pues con el mismo cariño te mandé a un sitio al que tenía tantas ganas de mandarte... Recuerdo lo a gusto que me quedé, y la serenidad de mi pasado brotar, solté lo que siempre quise decirte...
Y aquel fin de semana, aquella semana santa... ¿Recuerdas tu enfado? ... Se montó la gorda por una frase... Tú me vendiste "AMIGA", y yo agradeciéndote todo lo q habías hecho por mí... Por favor, qué patético.
Te reprocharé toda la vida esto... No sabes lo que duele tener que ver por tus propios ojos y de verdad, lo que los demás piensan de tí. Te hace llorar, y ¿sabes por qué no estoy ahora mismo por los suelos tirándome del pelo? Porque NO QUIERO ESO. Porque ya lloré y porque "l llanto no podrá curar la herida de mi corazón".
Ese Lunes fatídico con sabor a ácido, en el que me colgué el cartel en la espalda de : " VENDIDA", como si fuera un objeto, como si mi amistad no valiera nada, eso nunca lo olvidaré...
Así me sentí y me siento ahora. VENDIDA. Y mira lo que yo misma me adjudiqué minutos antes de mi venta: "Vendo cuerpo sin alma, el corazón roto, y la inteligencia agotada"