Por primera vez, desde hace demasiado tiempo, no he tenido miedo de verme tal y como soy.
No he tenido ningún reparo en reírme hasta que me doliera la barriga delante de todo el mundo que me observa.
No me he sentido observada, mirada como un bicho raro, ni reconocida por ser hija de.
Me sentí alguien mas, pasando desapercibida entre tantas personas, sin sentirme conocida. Aunque la mayoría de la gente que estaba allí era conocido mío.
Era una sensación muy rara... Me sentía como hace tantos años atrás, ni bien ni mal, si no como una niña en su salsa. No sé, quizá es como si estuviera en familia.
Quizá piense que la gente pija no me gusta, pero me siento realmente, a gusto con ellos.
O eso creo. No me sentía ni despreciada, ni nada. Quizá ese sea mi sitio, quizá deba estar alli... No sé, puede que si.
Aunque fuera mi sitio... No puedo ir allí, porque tengo personas que dejo y no quiero perder.
Aun así, creo que mi destino fue escrito, y si ahora me quejo, quizá mañana no me queje, porque quizá mañana no tenga razones para hacerlo.
Ya está bien tanta incertidumbre, tanta confusión... Creo que me merezco ser un poco más feliz...
Aunque a veces, pienso todo lo contrario... Quizá me rompa por dentro, aunque ahora lo esté haciendo, no tengo por qué hacerlo todos los días...
Las cosas son así, se trata de seguir....
